Madrid y Barcelona gastan 6 y 2 millones de euros al año, respectivamente, en limpiar estas pintadas

Las pintadas en las paredes, más conocidas como graffitis, no son nada nuevo. Viviendas, señales de tráfico, monumentos y edificios públicos llevan años sufriendo actos vandálicos que dejan como resultado estos dibujos hechos con spray. Aunque muchos los consideran ya un arte –y en algunos casos pueden serlo-, encontrarse una pintada de este tipo en la fachada de nuestra casa, por poner un ejemplo, no deja de ser una molestia. No obstante, los graffitis pueden desaparecer en cuestión de tres minutos* si se sabe cómo y con qué hacerlo, según afirma Danosa, especialista en soluciones sostenibles para la construcción.

En contra de lo que se piensa, la limpieza de estos dibujos es sencilla pues pasa por pulverizar la fachada o superficie pintada con el producto adecuado a una distancia de unos 40 centímetros. Sólo hay que dejar que actúe durante tres minutos y frotar la superficie para eliminar los restos. Posteriormente, basta aclarar la fachada con agua a presión para eliminar la pintura por completo.

Si bien Danosa matiza que, en función del tipo de pintura empleada por el graffitero o del material del que esté hecho la propia fachada, puede que sea necesario repetir de nuevo el procedimiento. De hecho, en algunas ocasiones, si la pintura ha penetrado en el poro de la fachada es necesario utilizar un refuerzo extra en forma de productos hidro-fugantes, (antiadherentes) y óleorepelentes o, lo que es lo mismo, con una excelente resistencia a las grasas y un buen efecto antisuciedad.

Fuente: Danosa